lunes, 13 de julio de 2009

LA VERDAD COMO CENTINELA DIVINO

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (1 Tim. 4: 12)


Exhorto a los jóvenes a que consideren sus caminos...

Ningún joven puede soportar las tentaciones de Satanás si la verdad, con su poder purificador y elevador, no mora en el corazón. La verdad ejerce una influencia correctora sobre la vida. Es un centinela divino, que vigila vuestra alma, y actúa contra los asaltos de Satanás. Bajo la influencia divina de la verdad, la mente se fortalecerá, el intelecto se vigorizará y habrá un crecimiento en el conocimiento del único Dios verdadero, y de Jesucristo a quien ha enviado. No mancilléis la verdad consintiendo en hábitos y prácticas que son inconsecuentes con su carácter santo, sino que guardadla como un tesoro del valor más elevado... El Señor desea que comprendáis la posición que ocupáis como hijos e hijas del Altísimo, hijos del Rey Celestial. El quiere que viváis en estrecha relación con él... Decidíos de parte del Señor. Si queréis estar bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Emanuel, realizando fielmente su servicio, necesitáis no ceder nunca a la tentación, porque hay Uno a vuestro lado que puede manteneros sin caer. A cada joven se le da un tiempo de prueba para que forme un carácter para la vida futura e inmortal. Serán momentos preciosos y áureos si los aprovecháis de acuerdo con la luz que Dios permite que brille sobre vosotros desde su trono...

Hay que hacer una gran obra para conformar el carácter a la semejanza divina. La gracia de Cristo debe moldear a todo el ser, y su triunfo no estará completo hasta que el universo celestial sea testigo de una ternura habitual de los sentimientos, de un amor como el de Cristo y obras santas en el comportamiento de los hijos de Dios (Youth's Instructor, 3-8-1899).

Elena G. de White. A fin de conocerle.


Dios les bendiga

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