viernes, 28 de agosto de 2015

Ernie Knoll - DIRIGENTES CON CAPAS Y MÁSCARAS

 
Ernie Knoll

En mi sueño estoy sentado al borde de la cima de una montaña. En realidad es el borde de un peñasco y hay un precipicio vertical. El fondo rocoso está muy lejos de mí, y hacia el frente puedo ver a una gran distancia. Sentado allí, estoy mirando hacia abajo y hacia el frente. Sé que no siento temor del lugar donde estoy sentado; sé que siempre estoy seguro. Detrás de mí hay un campo cubierto de hierba. Veo que su color no es tan intenso como el que he visto en otros sueños. Alrededor del área hay árboles que presentan la vida en un planeta de pecado.

Mientras estoy sentado, pienso del sueño anterior, el cual se me instruyó publicar rápidamente. Pienso de la importancia de enfatizar el voto que la Asociación General haría en cuanto a la ordenación de la mujer. No dudo lo que se me mostró. Me doy cuenta de que tal como Dios indicó en el sueño anterior, se ha abierto el camino para que las mujeres se desempeñen como pastoras. Esto es cierto, a pesar de que muchos creen que los votos indicaron lo contrario de lo que dijo el sueño. Yo debo servir de mensajero; debo comunicar el mensaje, tal como se me mandó.

Comienzo a pensar de los que han supuesto, equivocadamente, que el mensaje erró. Pienso de los que enviarían informes para desacreditarme y, peor todavía, tratarían de mostrar que los mensajes que recibo carecen de valor.1 Me siento impávido ante los que expresan dudas. He aprendido que yo sólo soy un mensajero. No me corresponde convencer a otros para que crean.

Oigo una voz que me llama por mi nombre celestial. Alzo la vista del panorama abajo. Directamente delante de mí veo un espectáculo de cómo habría sido ver a Jesús caminar sobre el agua hacia Pedro. Delante de mí veo a Jesús caminando por el aire. Debajo de Él no hay nada, sólo el inmenso vacío al fondo del peñasco.

Oigo a Jesús decir, “Benditos sean aquéllos que creen antes de que aumenten las pruebas”. Ahora Jesús dice que muchos esperan por una señal antes de creer en sus mensajes. A muchos les parece muy difícil comprender que éstos son los días finales. Los eventos que se desenvuelven ante nosotros son, y serán, rápidos. Jesús guarda silencio, mira hacia abajo, entonces alza la vista y dice, “Como he preguntado muchas veces, ¿Hallaré fe? ¿Hallaré fe antes de que aumenten las pruebas?”2

Como en otras ocasiones, las palabras de Jesús me recuerdan el sueño “Eventos Finales y la Primera Cena”. Me extiende la mano derecha, y comenzamos a caminar sobre el aire. Como anteriormente, las palabras siempre aparecen delante de nosotros. Mientras caminamos, Jesús revela que la fe que le ha pedido a muchos, la ve en muy pocos. Dice que muchos son llamados, pero pocos son los escogidos; muchos son llamados, pero pocos escogen. Me dice que Dios ha enviado muchos mensajes a través de los profetas; sin embargo, ellos han sido odiados, algunos fueron muertos, de otros dijeron mentiras, y la mayor parte de la gente rápidamente descartó sus mensajes. Jesús dice, “Antes de que se acumulen las pruebas, muchos estarán en pie esperando una señal antes de creer. Para muchos, cuando vean la evidencia será demasiado tarde”.

Mientras estoy parado sobre el aire, aferrado de la mano de Jesús, mi mente vuelve a pensar de cuántas veces Jesús ha dicho, “¿Hallaré fe cuando regrese?”  Sin embargo, Él ha dicho que los que creen antes de que se acumulen las pruebas serán bendecidos. Medito en esas palabras una y otra vez. Si tuviésemos pruebas para todo, no habría necesidad de la fe. Me doy cuenta de que lo que Jesús dijo podría decirse de otra manera: Malditos sean los que no creen, aun después de habérseles mostrado las pruebas.3

Jesús comienza a hablar de Jonás, cuando fue enviado a predicar a los habitantes de Nínive acerca de la destrucción venidera y la necesidad de arrepentirse. Los habitantes de Nínive ayunaron y se arrepintieron. Como resultado, Dios perdonó la ciudad. Cuando Jonás protestó, Dios le dijo que Él estaba mostrando misericordia hacia la población que ignoraba la diferencia entre el bien y el mal.4

Jesús y yo hemos estado caminando sobre el aire por cierto tiempo. Sé que hemos subido más alto en el aire. A veces hemos caminado sobre las grandes nubes blancas.  Jesús sigue diciendo, “Debido a que algunos ayunaron y oraron con sinceridad acerca del voto de la Asociación General, Dios nuevamente está mostrando su misericordia y ha dilatado los juicios que ha prometido y ha postergado su demanda de restitución de parte de los culpables”.5

Él sigue diciendo que parece que muchos creen que fue un caso de un simple voto. Muchos fueron prontos para repetir a otros el resultado, y hablaron en contra del mensaje dado en el sueño que recibí. Jesús aclara que la moción propuesta por los dirigentes fue un caso de la mano derecha haciendo algo a escondidas, mientras movían la izquierda frente a todos para distraer a los que no ven lo que ya había sido planeado bajo cuerda.

Jesús explica lo siguiente: “Te has preguntado por qué te dije que la Sesión de la Asociación General votaría a favor de ordenar a las mujeres, cuando los resultados visibles del voto fueron ‘No’. El resultado del voto fue tal como Yo dije que sería. La mayoría no se da cuenta que la redacción de la pregunta que había de votarse fue planeada y llevada a cabo de una manera engañosa y solapada. La directiva lo planeó de esa manera6 y lo incluyó en la agenda.7

“Fíjate que la pregunta que se votó no expresó claramente, ¿Desea Dios que las mujeres sirvan como ministros ordenados? La pregunta que fue presentada a mi pueblo trató un asunto distinto.8 Esto confundió a muchos.9 Debido a que el voto no trató el asunto de si se debiera o no ordenar a la mujer al ministerio evangélico, se abrió el camino para que los dirigentes siguiesen ordenando a las mujeres.10

“Si el resultado del voto hubiese sido ‘Sí,’ a las divisiones mundiales se les hubiese permitido decidir si deseaban o no ordenar a las mujeres en sus territorios. Algunas divisiones hubiesen decidido hacerlo inmediatamente, y otras hubiesen esperado. Sin embargo, debido a que el voto fue ‘No’, las cosas seguirán como en el pasado.11 A los que tienen licencia pastoral ya se les permite llevar a cabo la mayoría de los deberes de los que son ordenados.12 Las mujeres seguirán sirviendo como pastoras; ellas seguirán siendo ordenadas cuando una asociación local decida hacerlo.13 A fin de cuentas, ¿acaso se ha tomado alguna acción disciplinaria hacia las asociaciones que ya han ordenado a mujeres? ¿Acaso no hay ya una asociación con una mujer de presidente?14 ¿Acaso no hay una mujer que se desempeña como vice presidenta de la Asociación General?15

“Es importante notar que a las mujeres que ya han sido ordenadas no se les está prohibiendo seguir desempeñándose como pastoras. No se ha hablado de anular sus credenciales. Al contrario, los dirigentes han dicho que seguirán haciendo lo que se ha estado haciendo. No prohibir es permitir; permitir es estar a favor.

“La intención deliberada del voto fue engañar.16 Los líderes han hablado de una cosa, y entonces han hecho otra.17 Ellos planearon, y sabían, que prevalecería el estado actual, independiente del resultado del voto.

Jesús pregunta, “¿Hasta cuándo este pueblo seguirá transgrediendo mis leyes y elegirá seguir a los hombres”? Él pregunta, “¿Por qué este pueblo, que profesa amarme, sigue desobedeciendo mis instrucciones y desacreditando mis mensajes y mi mensajero escogido precisamente para este tiempo? He dado instrucciones específicas acerca de cómo debe ser mi iglesia y cómo deben llevarse a cabo mis cultos. Muchos no prestan atención a las instrucciones sobre cómo examinar los frutos de los dirigentes. ¿Sigue este pueblo ciegamente todo lo que les dicen los dirigentes?”18




Fuente: http://www.formypeople.org/es/dream/72-leaders-in-cloaks-and-masks/









Dios les bendiga