martes, 24 de noviembre de 2009

Enteramente por gracia

FE Y OBRAS
ELENA G. DE WHITE

La luz que he recibido de Dios coloca este importante tema más allá de todo
interrogante en mi mente. La justificación es enteramente por gracia y no se
consigue por ninguna obra que el hombre caído pueda realizar. El punto ha sido
presentado delante de mí con claridad, que si el hombre rico tiene dinero y
posesiones, y los ofrenda al Señor se introducen ideas falsos que estropean la
ofrenda por pensar que merece el favor de Dios, que el Señor está obligado a
considerarlo con especial benevolencia en virtud de su donación.
Ha sabido muy poca instrucción clara sobre este punto. El Señor le ha prestado al
hombre sus propios bienes en depósito -- medios que El requiere que le sean
devueltos cuando su providencia lo manifieste y la edificación de su causa lo
demande. El Señor, dio el intelecto. Dio la salud y la capacidad para obtener
ganancias terrenales. Creó las cosas de la tierra. Manifiesta su poder divino para
desarrollar todas sus riquezas. Son sus frutos, de su propia labranza. El dio el sol,
las nubes, las lluvias, para hacer que la 19 vegetación floreciera. Como siervos
empleados por Dios, ustedes recogieron en su mies a fin de satisfacer sus
necesidades de una manera económica y conservar el saldo a disposición de
Dios. Pueden decir con David: "Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te
damos" (1 Crón. 21: 14). Así que la satisfacción del mérito de la criatura no puede
consistir en devolver al Señor lo que es suyo, porque siempre, fue su propiedad
para ser usada según El en su providencia lo indicara.

Bendiciones

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