lunes, 9 de noviembre de 2009

El alimento que comemos y la vida que vivimos.

El alimento que comemos y la vida que vivimos.
La complacencia del apetito es la causa más importante de la debilidad física v
mental y es el cimiento de la flaqueza que se nota por doquiera (Joyas de los
Testimonios, tomo 1, pág. 417).
Nuestra salud física es conservada por lo que comemos; si nuestros apetitos no
están bajo el control de una mente santificada, si no somos temperantes en todo lo
que comemos y bebemos, no estaremos en un estado mental y físico sano para
estudiar la Palabra con el propósito de aprender lo que dicen las Escrituras: ¿Qué
haré para tener la vida eterna? Todo hábito malsano producirá una condición
malsana en el sistema, y la delicada y viviente maquinaria humana del estómago
resultará perjudicada, y no podrá realizar su trabajo debidamente. El régimen
alimenticio tiene mucho que ver con la disposición a entrar en la tentación y
cometer pecado (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 61).


Ningún cristiano introducirá en su organismo alimento o bebida alguna que 18
entorpezca sus sentidos, o que actúe de tal manera sobre el sistema nervioso que
le haga rebajarse a sí mismo o lo incapacite para ser útil. El templo de Dios no
debe ser profanado. Las facultades de la mente y del cuerpo deben ser
mantenidas en salud para que puedan ser usadas para glorificar a Dios
(Manuscrito 126, 1903).
Con incesante vigilancia.
Los apetitos naturales de los hombres han sido pervertidos por la complacencia.
Mediante la satisfacción pecaminosa [sus apetitos] se han convertido en "deseos
carnales que batallan contra el alma". A menos que el cristiano vele en oración,
está dando rienda suelta a hábitos que debieran ser vencidos. A menos que sienta
la necesidad de constante e incesante vigilancia, sus inclinaciones, profanadas y
desviadas, serán el medio que los apartará de Dios (Manuscrito 47, 1896).

LA TEMPERANCIA
Por ELENA G. DE WHITE


`` Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida. ``

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