martes, 1 de diciembre de 2009

LA REALIDAD DEL SANTUARIO CELESTIAL AFIRMADA

Repetidas veces encontramos en los escritos de Elena G. de White declaraciones acerca de la realidad del santuario celestial, su moblaje y su servicio. Una de ellas fue escrita en 1880 cuando se refirió a la experiencia de los creyentes adventistas después del chasco:

"En su investigación descubrieron que el santuario terrenal, edificado por Moisés por mandato de Dios de acuerdo con el modelo que se le mostró en el monte, era un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios, que sus dos lugares santos fueron figuras de las cosas celestiales; que Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote es ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. . .

"El santuario celestial, en el cual Jesús ministra en nuestro favor, es el gran original, del cual el santuario edificado por Moisés fue una copia. . .

"El esplendor sin par del santuario terrenal reflejaba ante la vista humana las glorias del templo celestial donde Cristo, nuestro precursor, ministra por nosotros ante el trono de Dios.

"Así como en el santuario terrenal había dos compartimientos, el santo y el santísimo, hay dos lugares santos en el santuario celestial. Y el arca que contiene la ley de Dios, el altar del incienso, y otros instrumentos de servicio que se encontraban en el santuario terrenal, tienen también su contraparte en el santuario de arriba. En santa visión se le permitió al apóstol Juan entrar en el cielo y allí él contempló el candelabro y el altar del incienso, y cuando 'el templo de Dios fue abierto' vio 'el arca de su pacto' (Apoc. 4: 5; 8: 3; 11: 19).

" Los que buscaban la verdad encontraron pruebas irrefutables de la existencia de un santuario en el cielo. Moisés hizo el santuario terrenal de acuerdo con el modelo que se le mostró. Pablo declara que el modelo es el verdadero santuario que está en los cielos. Juan testifica que lo vio en el cielo" (Spirit of Prophecy, tomo 4, págs. 260, 261).

Con anterioridad ella había escrito especialmente acerca del moblaje:

"También se me mostró en la tierra un santuario con dos departamentos. Se parecía al del cielo, y se me dijo que era una figura del celestial. Los enseres del primer departamento del santuario terrestre eran como los del primer departamento del celestial. El velo estaba levantado; miré el interior del lugar santísimo del santuario celestial" (Primeros Escritos, pág. 252).

EL ARCA Y LA LEY EN EL SANTUARIO CELESTIAL

En diferentes ocasiones ella habló y escribió acerca del arca en el lugar santísimo del santuario celestial. Una de esas declaraciones fue hecha en un sermón predicado en Orebro, Suecia, en 1886.

"Os amonesto: no coloquéis vuestra influencia contra los mandamientos de Dios. Esa ley es tal como Jehová la escribió en el templo del cielo. El hombre puede hollar su copia terrenal, pero el original se conserva en el arca de Dios en el cielo; y sobre la cubierta de esa arca, precisamente encima de esa ley está el propiciatorio. Jesús está allí mismo, delante de esa arca, para mediar por el hombre" (Comentarios de Elena G. de White, Comentario Bíblico Adventista, tomo 1, pág. 1123).

En 1903 escribió nuevamente de la realidad del santuario celestial:

"Podría decir mucho acerca del santuario; del arca que contiene la ley de Dios; de la cubierta del arca, el propiciatorio; de los ángeles a ambos lados del arca; y de otras cosas relacionadas con el santuario celestial y con el gran día de la expiación. Podría decir mucho acerca de los misterios del cielo; pero mis labios están cerrados. No siento inclinación para tratar de describirlos" (Carta, 253, 1903).

CRISTO EN SU SANTUARIO
Bendiciones!

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