domingo, 28 de febrero de 2010

LA CRUZ DEL CALVARIO

Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. (Luc. 23: 33).

La cruz del Calvario es una poderosa exhortación que nos da una razón por la cual debiéramos amar a Cristo ahora y por qué debiéramos considerarlo primero, lo mejor y último en todas las cosas. Debiéramos ocupar el lugar que nos corresponde, humildemente arrepentidos, al pie de la cruz. Podemos aprender una lección de humildad y mansedumbre al subir al Calvario, contemplar la cruz y ver la agonía de nuestro Salvador, el Hijo de Dios que muere, el Justo por los injustos. Contemplad a Aquel que, con una palabra, podía convocar a legiones de ángeles para que lo ayudaran, sometido al vilipendio, burla, oprobio y odio. Se entregó a sí mismo por el pecado. Cuando lo Vilipendiaban, no amenazaba; cuando fue falsamente acusado, no abrió su boca. Oró en la cruz por sus asesinos. Murió por ellos, pagando un precio infinito por cada uno de ellos. No quiere perder a uno solo de los que ha comprado a un precio tan elevado. Sin un solo murmullo, se entregó para ser herido y azotado. Y esa víctima que no se queja es el Hijo de Dios...

El hijo de Dios fue rechazado, y despreciado por nosotros. Al ver plenamente la cruz, al contemplar por fe los sufrimientos de Cristo, ¿podéis narrar vuestra historia de dolor y vuestras pruebas? ¿Podéis alimentar la venganza contra vuestros enemigos en vuestro corazón mientras la oración de Cristo sale de sus labios pálidos, y temblorosos en favor de sus escarnecedores, de sus asesinos: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (vers. 34 )?...
Ya es sobrado tiempo de que dediquemos las pocas horas que nos quedan del tiempo de gracia para lavar las ropas de nuestro carácter y emblanquecerlas en la sangre del Cordero, a fin de que seamos de esa multitud cubierta de mantos blancos que estará en pie delante del gran trono blanco (Review and Herald, 2-8-1881).


Elena G de White - A fin de conocerle


Dios les bendiga

No hay comentarios: