Así que me tuve que retirar de alli, disculpen mi falta de paciencia pero me causa gran tristeza esta forma de rebajar del mensaje del salvación con el fin de hacer del cristianismo un "Six Flags acerca de Jesús" como dice Paul Washer, donde todo es divertido, donde el mundo es el invitado de honor, y lo único importante es que la pases bien no importando tu preparación personal para el gran día de la venida de Jesús.
Me siento triste por esta situación de no sentirme agusto en un lugar donde se suponía que debía estarlo. Algunos me critican el hecho de que me la paso triste, pero yo no veo otra manera de estarlo viéndome a mi mismo en una situación tan peligrosa ante Dios y viendo a mis hermanos y a mi iglesia en la misma situación. Para mi es una agonía como lo dice David Wilkerson, por que me doy cuenta que es un rotundo desconocimiento de Dios como lo predica el Pr. Carlos Salomé.
Les dejo esta cita de Elena G de White que me parece muy importante recordar:
"El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. ¿Quién tiene autoridad para comenzar un movimiento tal? Tenemos nuestras Biblias. Tenemos nuestra experiencia, testificada por la operación milagrosa del Espíritu Santo. Tenemos una verdad que no admite transigencias. ¿No repudiaremos todo lo que no esté en armonía con esa verdad ?
Vacilé y me demoré en enviar lo que el Espíritu de Dios me impelía a escribir. No quería ser compelida a presentar la influencia desorientadora de esas falsedades. Pero en la providencia de Dios los errores que han estado entrando debían ser afrontados."
Fuente: Elena G. de White - Mensajes selectos tomo 1 - Cuarta parte - Que prediques la palabra - 25. El fundamento de nuestra fe.
Dios les bendiga
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