jueves, 8 de julio de 2010

LA PROFECÍA DE ELÍAS

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y
terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. (Mal. 4:
5, 6).
Los que deben preparar el camino para la segunda venida de Cristo están
representados por el fiel Elías, así como Juan vino en el espíritu de Elías a fin de
preparar el camino para la primera venida de Cristo.*
La obra de Juan el Bautista, y la de aquellos que en los últimos días saldrán con el
espíritu y el poder de Elías para despertar a la gente de su apatía, en muchos
sentidos es la misma. Su obra es la clase de obra que debe hacerse en este
tiempo. Cristo vendrá por segunda vez a juzgar al mundo con justicia.*
Juan se apartó de sus amigos y de los lujos de esta vida. La sencillez de su
vestimenta: Una túnica tejida con pelos de camello, era una permanente
reprensión a la extravagancia y la ostentación de los sacerdotes judíos y del
pueblo en general. Su alimentación, totalmente vegetariana, compuesta por
algarrobas y miel silvestre, era una reprensión a la complacencia del apetito y la
gula que prevalecían en todas partes. . . Se debe agitar el gran tema de la reforma
y despertar la conciencia pública. Debe relacionarse con el mensaje la
temperancia en todas las cosas, para apartar al pueblo de Dios de su idolatría, su
gula y su extravagancia en el vestir y en otras cosas.
La abnegación, la humildad y la temperancia requeridas de los justos, a quienes
Dios conduce y bendice especialmente, deben presentarse a la gente en contraste
con la extravagancia y los hábitos destructores de la salud de los que viven en
esta época degenerada. Dios ha mostrado que la reforma sanitaria está tan
íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano con el
cuerpo.*
Tal como Juan el Bautista al preparar a la gente para la primera venida de Cristo
llamaba su atención a los Diez Mandamientos, nosotros debemos dar este
mensaje no con un sonido incierto: "Temed a. Dios, y dadle gloria, porque la hora
de su juicio ha llegado" (Apoc. 14: 7). Con el fervor que caracterizaban a Elías el
profeta y a Juan el Bautista, debemos luchar para preparar el camino de la
segunda venida de Cristo.*
ELENA DE WHITE
MARANATHA

Bendiciones!

No hay comentarios: