miércoles, 22 de febrero de 2012

Ernie Knoll - Campos de Colores

1o de febrero de 2012
por Ernie Knoll
www.formypeople.org


Así como el rayo del sol imparte a las flores sus variados y delicados matices, imparte Dios al alma la hermosura de su propio carácter. El Deseado de Todas las Gentes, p. 280

Por medio de las flores del campo, Dios desea llamar nuestra atención a la belleza de un carácter semejante al de Cristo. Dice Jesús, “Considerad los lirios del campo, cómo crecen…”. The Signs of the Times (Las Señales de los Tiempos), 19 de junio de 1893
En mi sueño, veo a un individuo caminando con Jesús a lo largo de un valle hermoso.1 Este individuo representa a todos los que se esfuerzan por ser como Jesús. Al pie de las colinas crecen muchos árboles, formando un bosque denso. Cada árbol aspira crecer lo más alto posible, y ha sido creado con un diseño noble. Las ramas de cada árbol crecen hacia afuera, y las hojas miran hacia arriba para obtener toda la luz del sol posible.2 Veo que no hay nubes en el cielo azul brillante.

Dice Jesús que me fije en el fondo del valle y que todas las flores son blancas como la nieve. Noto los tallos verdes de las flores, y como ellos representan vida, crecimiento y sostén. Mientras Jesús y este individuo caminan por el campo de flores, cada flor mueve sus pétalos hacia ellos, como si se esforzara por mostrar su belleza creada por Dios. También noto que las flores, después de ser pisadas, inmediatamente se vuelven a levantar, intactas y perfectas, pero aún más bellas que antes. Jesús explica que las flores blancas representan su justicia y ánimo. Cada uno de su pueblo va a necesitar ánimo a lo largo del sendero corto que está justo adelante. Van a necesitar ánimo para los eventos que están por acontecer en la tierra. Mientras cada uno camine por una senda de pruebas, deben recordar las palabras de Dios.

Mientras Jesús camina con ese individuo, le explica que no podremos ser como Él mientras vistamos nuestras propias ropas.3 Le entrega al individuo una camisa blanca que debe ponerse, y le dice que simboliza su justicia, la cual tenemos que poseer para ser semejantes a Él.4

De repente, todas las flores se tornan amarillas. Ahora, Jesús le entrega al individuo una camisa amarilla para ponerse. Este color representa el valor. Aunque en esta tierra el amarillo ha representado la cobardía, Jesús declara que representa valor y audacia. Las flores amarillas son un testamento del valor que los fieles de Dios necesitan para poder estar en pie, con sus rostros mirando al Sol de Justicia.5 Cada uno de ellos va a experimentar una caminata como si estuviera solo. Sin embargo, cada uno debe saber que nunca estará solo.6

Entonces, las flores se tornan rojas, y Jesús le entrega al individuo una camisa roja. Este color simboliza el amor ardiente que tiene Jesús por cada uno de su pueblo, y cómo Él andará a su lado, y las muchas veces que Él sostendrá a cada uno en sus brazos.7 Él pide que cada uno de nosotros muestre un carácter de amor.

Nuevamente, las flores cambian de color. Esta vez son azules. Jesús le da al individuo una camisa azul que debe ponerse. Este color representa las leyes de Dios, las cuales Él dio a causa de su amor ardiente por su pueblo. Él pide que conozcamos y guardemos sus leyes.8 Dice Jesús que me fije que después de que las flores azules son pisadas, inmediatamente se vuelven a levantar, más fuertes que antes, tal como las leyes de Dios permanecen para siempre. El Salmo 111:7-8, dice, “fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud”.

Jesús pide que nos vistamos de todas sus ropas de colores, las cuales simbolizan su carácter. Él desea que adquiramos todos los rasgos de su carácter para reflejar su imagen perfectamente. Sólo así podremos estar entre los que son.9

Nota: Véase el cuadro “Rasgos Celestiales del Carácter” que aparece al final de las anotaciones a pie de página que siguen a continuación.

    1. Salmo 23:4
      Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
    2. Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 169
      El propósito de Dios hacia su pueblo, y las gloriosas posibilidades que se abrían ante ellos, habían sido presentados en las hermosas palabras siguientes: “Serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Isaías 61:3.

      Nuestra Elevada Vocación, p. 172
      Si alcanzamos la norma de la perfección, nuestros rasgos peculiares de disposición deben ser moldeados en armonía con la voluntad de Cristo. Entonces nos sentaremos juntos en los lugares celestiales en Cristo.... Mantengámonos acercándonos a Dios, y él se acercará a nosotros. Entonces, como uno, nos elevaremos hacia él. Las iglesias serán como jardines del Señor, bajo su cultivo. El pueblo de Dios será como árboles de justicia, plantados por el Señor y regados por el río de la vida.
    3. Isaías 64:6
      Todas nuestras justicias [son] como trapo de inmundicia.
    4. Apocalipsis 3:5
      El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

      Palabras de Vida del Gran Maestro, pp. 161-162
      No prestéis oído a la sugestión del enemigo de permanecer lejos de Cristo hasta que os hayáis hecho mejores; hasta que seáis suficientemente buenos para ir a Dios. Si esperáis hasta entonces, nunca iréis. Cuando Satanás os señale vuestros vestidos sucios, repetid la promesa de Jesús: “Al que a mí viene, no le echo fuera”. Juan 6:37. Decid al enemigo que la sangre de Jesucristo limpia de todo pecado. Haced vuestra la oración de David: “Purifícame con hisopo, y seré limpio: lávame, y seré emblanquecido más que la nieve”. Salmo 51:7.

      Levantaos e id a vuestro Padre. Él os saldrá al encuentro muy lejos. Si dais, arrepentidos, un solo paso hacia él, se apresurará a rodearos con sus brazos de amor infinito. Su oído está abierto al clamor del alma contrita. El conoce el primer esfuerzo del corazón para llegar a él. Nunca se ofrece una oración, aun balbuceada, nunca se derrama una lágrima, aun en secreto, nunca se acaricia un deseo sincero, por débil que sea, de llegar a Dios, sin que el Espíritu de Dios vaya a su encuentro. Aun antes de que la oración sea pronunciada, o el anhelo del corazón sea dado a conocer, la gracia de Cristo sale al encuentro de la gracia que está obrando en el alma humana.

      Vuestro Padre celestial os quitará los vestidos manchados por el pecado. En la hermosa profecía parabólica de Zacarías, el sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del Señor vestido con vestimentas viles, representa al pecador. Y el Señor dice: “Quitadle esas vestimentas viles. Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te hecho vestir de ropas de gala... Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y vistiéronle de ropas”. Zacarías 3:4-5. Precisamente así os vestirá Dios con “vestidos de salud”, y os cubrirá con el “manto de justicia”. Isaías 61:10.
    5. Salmo 68:13
      Seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro.

      Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 127
      Cuando la religión de Cristo sea más despreciada, cuando su ley sea más menoscabada, entonces deberá ser más ardiente nuestro celo, y nuestro valor y firmeza más inquebrantables. El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será nuestra prueba. En este tiempo, debemos obtener calor de la frialdad de los demás, valor de su cobardía, y lealtad de su traición.

      The Review and Herald (La Revista Adventista), 29 de noviembre de 1881
      Ahora es el momento cuando los amigos de Jesús deben ser resueltos, fieles y valientes a favor del Capitán de su salvación. Ahora es el momento de mostrar quiénes son en realidad como Caleb. Sin negar que los muros son altos y los gigantes poderosos, creen que esa realidad hará más gloriosa la victoria. Nos aguardan grandes dificultades y pruebas. Para seguir adelante, serán necesarios valor firme y esfuerzo perseverante. Pero ahora todo depende de nuestra fe en el Capitán, quien nos ha guiado de manera segura hasta ahora. [Trad.]

      El Deseado de Todas las Gentes, p. 216
      La devoción continua establece una relación tan íntima entre Jesús y su discípulo, que el cristiano llega a ser semejante a Cristo en mente y carácter. Mediante su relación con Cristo, tendrá miras más claras y más amplias. Su discernimiento será más penetrante, su juicio mejor equilibrado. El que anhela servir a Cristo queda tan vivificado por el poder del Sol de justicia, que puede llevar mucho fruto para gloria de Dios.
    6. Juan 16:32-33
      He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

      Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 136
      A menudo, los que sufren el oprobio o la persecución por causa de su fe son tentados a pensar que Dios los ha olvidado. A la vista de los hombres, se hallan entre la minoría. Según todas las apariencias sus enemigos triunfan sobre ellos. Pero no violen ellos su conciencia. Aquel que sufrió por ellos y llevó sus pesares y aflicciones, no los ha olvidado.

      Los hijos de Dios no son dejados solos e indefensos. La oración mueve el brazo de la Omnipotencia. Por la oración, los hombres “sojuzgaron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas, cerraron las bocas de los leones, apagaron la violencia del fuego”—y llegamos a saber lo que esto significa cuando oímos acerca de los mártires que murieron por su fe—, “pusieron en fuga a ejércitos de gente extranjera”. Hebreos 11:33-34.
    7. Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, p. 283
      Jesús le dice: “Venid a mí [...] que yo os haré descansar”. Mateo 11:1. El gozo de Cristo en el alma merece cualquier sacrificio. “Luego se alegran”, porque tienen el privilegio de descansar en los brazos del amor eterno.

      Mensajes para los Jóvenes, p. 108
      El amor de Cristo por sus hijos es tan tierno como su fortaleza. Y es más fuerte que la muerte; porque él murió para comprar nuestra salvación, y para hacernos uno con él... Tan fuerte es su amor que controla todos sus poderes, y emplea los vastos recursos del cielo para servir a su pueblo.
    8. Éxodo 20:3-17
      No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

      Salmo 119:80
      Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.

      Números 15:37-41
      Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.

      Juan 15:10
      Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

      Palabras de Vida del Gran Maestro, pp. 29-30
      El amor debe ser el principio que impulse a obrar. El amor es el principio fundamental del gobierno de Dios en los cielos y en la tierra, y debe ser el fundamento del carácter del cristiano. Sólo este elemento puede hacer estable al cristiano. Sólo esto puede habilitarlo para resistir la prueba y la tentación.

      Y el amor se revelará en el sacrificio. El plan de redención fue fundado en el sacrificio, un sacrificio tan amplio y tan profundo y tan alto que es inconmensurable. Cristo lo dio todo por nosotros, y aquéllos que reciben a Cristo deben estar listos a sacrificarlo todo por la causa de su Redentor. El pensamiento de su honor y de su gloria vendrá antes de ninguna otra cosa.

      Si amamos a Jesús, amaremos vivir para él, presentar nuestras ofrendas de gratitud a él, trabajar por él. El mismo trabajo será liviano. Por su causa anhelaremos el dolor, las penalidades y el sacrificio. Simpatizaremos con su vehemente deseo de salvar a los hombres. Sentiremos por las almas el mismo tierno afán que él sintió.

      Ésta es la religión de Cristo. Cualquier cosa que sea menos que esto es un engaño. Ningún alma se salvará por una mera teoría de la verdad o por una profesión de discipulado. No pertenecemos a Cristo a menos que seamos totalmente suyos. La tibieza en la vida cristiana es lo que hace a los hombres débiles en su propósito y volubles en sus deseos. El esfuerzo por servir al yo y a Cristo a la vez lo hace a uno oidor pedregoso, y no prevalecerá cuando la prueba le sobrevenga.
    9. Apocalipsis 14:1-5
      Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

      2 Corintios 3:18
      Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

      Génesis 5:24
      Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dio.

      Conflicto y Valor, p. 29
      Enoc tuvo tentaciones como nosotros. Estaba rodeado por una sociedad tan poco amiga de la justicia como la que nos rodea a nosotros. La atmósfera que respiraba, como la nuestra, estaba manchada por el pecado y la corrupción, sin embargo vivió una vida de santidad. Se mantuvo limpio de los pecados que prevalecían en la época en que vivió. Así nosotros podemos mantenernos puros e incontaminados. Era un representante de los santos que viven entre los peligros y corrupciones de los últimos días. Fue trasladado a causa de su fiel obediencia a Dios. De esa forma, también, los fieles que estén vivos y habrán quedado, serán trasladados. Serán llevados de un mundo pecador y corrupto a los puros goces del cielo.

      Nuestra obra actual es salir del mundo y apartarnos. Ésa es la única manera como podremos caminar con Dios, tal como lo hizo Enoc.

      Nuestra Elevada Vocación, p. 314
      El horno del Refinador tiene que quitar la escoria. Cuando el Refinador vea su imagen reflejada perfectamente en vosotros, os sacará del horno. No seréis dejados para ser consumidos, o para soportar la prueba ígnea más de lo que sea necesario para vuestra purificación. Pero para reflejar la imagen divina es necesario que vosotros os sometáis al proceso que el Refinador ha elegido para vosotros, para que seáis limpiados, purificados, y para que desaparezca toda mancha y arruga—ni un solo defecto debe quedar en vuestro carácter cristiano. Que el Señor os ayude... a permitir que la voluntad y la obra de Dios se cumplan en vosotros.... ¡Mirad hacia arriba! Jesús vive, Jesús ama, Jesús se compadece, y él os recibirá con toda vuestra carga de cuidado y perplejidad si acudís a él y depositáis vuestra carga sobre él. El ha prometido que nunca dejará u olvidará a aquellos que colocan su confianza en él.

      Los Hechos de los Apóstoles, pp. 372-373
      Aquel cuyo corazón está resuelto a servir a Dios encontrará oportunidades para testificar en su favor. Las dificultades serán impotentes para detener al que esté resuelto a buscar primero el reino de Dios y su justicia. Por el poder adquirido en la oración y el estudio de la Palabra, buscará la virtud y abandonará el vicio. Mirando a Jesús, el autor y consumador de la fe, quien soportó la contradicción de los pecadores contra sí mismo, el creyente afrontará voluntariamente y con valor el desprecio y el escarnio. Aquél cuya palabra es verdad promete ayuda y gracia suficientes para toda circunstancia. Sus brazos eternos rodean al alma que se vuelve a él en busca de ayuda. Podemos reposar confiadamente en su solicitud, diciendo: “En el día que temo, yo en ti confío.” Salmos 56:3. Dios cumplirá su promesa con todo aquél que deposite su confianza en él.

      Por su propio ejemplo el Salvador ha demostrado que sus seguidores pueden estar en el mundo y con todo, no ser del mundo. No vino para participar de sus ilusorios placeres, para dejarse influir por sus costumbres y seguir sus prácticas, sino para hacer la voluntad de su Padre, para buscar y salvar a los perdidos. Con este propósito, el cristiano puede permanecer sin contaminación en cualquier circunstancia. No importa su situación o condición, sea exaltada o humilde, manifestará el poder de la religión verdadera en el fiel cumplimiento del deber.

      No es fuera de la prueba, sino en medio de ella, donde se desarrolla el carácter cristiano. Expuestos a las contrariedades y la oposición, los seguidores de Cristo son inducidos a ejercer mayor vigilancia y a orar más fervientemente al poderoso Auxiliador. Las duras pruebas soportadas por la gracia de Dios, desarrollan paciencia, vigilancia, fortaleza y profunda y permanente confianza en Dios. Éste es el triunfo de la fe cristiana que habilita a sus seguidores a sufrir y a ser fuertes; a someterse y así conquistar; a ser muertos todo el día y sin embargo vivir; a soportar la cruz y así ganar la corona de gloria.

RASGOS CELESTIALES
DEL CARÁCTER
(No es una lista completa)
DEFINICIONES
CITAS BÍBLICAS
AMOR
Amor desinteresado y espiritual por Dios y los seres humanos; alabanza, reverencia y respeto hacia Dios (glorificarlo a Él, no al yo); interés y aprecio por otros
1 Corintios 13:13
Salmo 119:6, 15
1 Juan 3:18; 4:7, 11
FE,
CONFIANZA
Creer en Dios; confiar en Él
Hebreos 11:6
Proverbios 3:5
Job 13:15
Salmo 56:3
OBEDIENCIA,
LEALTAD
Obedecer a Dios y a los que tienen autoridad (padres, maestros, etc.) y están en el Señor; rendir lealtad a las leyes del país, si no contradicen las leyes de Dios
Deuteronomio 11:27; 27:10
Mateo 22:21
Efesios 6:1
Tito 2:14
Apocalipsis 3:19
VALOR,
DILIGENCIA
Ser audaz, listo para atreverse para Dios; determinación, prudencia, celo
Josué 1:7, 9
Proverbios 28:1; 6:6
Hebreos 6:11,12
HUMILDAD
No tener orgullo, arrogancia o hipocresía
Mateo 5:5
Santiago 4:6
SALUD
Sin enfermedad en la mente o en el cuerpo
1 Corintios 10:31
3 Juan 2
INTEGRITDAD,
PUREZA,
VERACIDAD
Moral, justo; limpio, libre de pecado; honesto, transparente, sincero
Proverbios 11:3
Salmo 25:21
Mateo 5:8 1
Juan 3:2-3
Salmo 15:1-2
Zacarías 8:16
CONOCIMIENTO,
DISCERNIMIENTO,
VIGILANCIA
Conocer la Palabra de Dios; perspicacia, entendimiento, buen juicio; consciente, alerta
2 Timoteo 2:15
Juan 7:24
Ezequiel 44:23
Mateo 7:20
Mateo 25:13; 26:41
Lucas 21:36
1 Tesalo. 5:6
BONDAD,
MANSEDUMBRE,
IMPARCIALIDAD
Consideración, cortesía; delicadeza (no ser duro); ser justo, equitativo
Proverbios 19:22; 31:26
2 Timoteo 2:24
Tito 3:2
Deutero.16:20
Proverbios 4:18
Ezequiel 18:5, 9
AMISTAD,
COMPASIÓN
Ser atento, hospitalario; tener simpatía, saber escuchar
Proverbios 18:24
Hebreos 13:2
Isaías 1:17
Juan 15:13;
1 Pedro. 3:8
ABNEGACIÓN,
GENEROSIDAD
Ceder a Dios, considerar a otros; dentro de lo posible, proveer o ayudar con talentos, tiempo o posesiones
Proverbios 22:9
Mateo 16:24; 10:8
Romanos 12:13
PACIENCIA,
RESISTENCIA
Experimentar problemas con tranquilidad, sin quejas; perseverancia
1 Tesalo. 5:14
Santiago 1:3-4
Apoc.14:12
Gálatas 6:9
Apoc. 2:3
CONTENTAMIENTO,
PAZ
Gozo, satisfacción (sin autocompasión); serenidad
Éxodo 20:17;
Filipenses 4:11
Hebreos 13:5
1 Timoteo 6:8
Isaías 26:3
Salmo 34:14; 119:165

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. {Gálatas 5:22-23}

Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. {2 Pedro 1:5-7}

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. {Filipenses 4:8}

Hay una obra individual que debemos cumplir unidos a Cristo. Debemos vestirnos de Cristo, ponernos sus cualidades de carácter, representarlo en todas nuestras palabras y acciones. Cuando estemos dispuestos a seguir adelante hacia el conocimiento del Señor, andando humildemente delante de Él, recibiendo enseñanza de Él cada día, el Espíritu Santo obrará a través de nosotros, y nos dará poder para presentar al mundo un camino mejor. {Panfleto 014, p. 9 de Elena G. de White] [Trad.] 

La única manera de distinguir entre el cristiano verdadero y el que pretende serlo, es por los frutos de la vida. Las obras testificarán si Cristo, la esperanza de gloria, ha sido, o no ha sido, formado en lo interior. Todo el que entre en el reino de los cielos habrá sido probado y examinado.{The Signs of the Times (Señales de los Tiempos), 18 de diciembre de 1893} [Trad.]

Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés. {Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 199}

Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Habían descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no podían recibir el refrigerio indispensable para sobrevivir a la vista de un Dios santo. Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y a purificar sus almas obedeciendo a toda la verdad, quienes presuman estar en condición mucho mejor de lo que están en realidad, llegarán al tiempo en que caigan las plagas y verán que les hubiera sido necesario que los tallasen y escuadrasen para la edificación. {Primeros Escritos, p. 71}

El sello del Dios viviente sólo será colocado sobre los que son semejantes a Cristo en carácter. {Eventos de los Últimos Días, p. 225} 

Tendremos que seguir siendo durante toda la eternidad lo que nos hayamos hecho durante el tiempo de gracia. La muerte provoca la disolución del cuerpo, pero no produce cambio alguno en nuestro carácter, ni lo cambia tampoco la venida de Cristo; tan sólo lo fija para siempre sin posibilidad de cambio. {Ibíd., p. 240}

Si queréis ser santos en el cielo, primero debéis serlo en la tierra. Los rasgos de carácter que acariciáis en esta vida no cambiarán en virtud de la muerte o de la resurrección. Saldréis de la tumba con la misma disposición que manifestasteis en vuestro hogar y en la sociedad. Jesús no cambia el carácter en su venida. La obra de transformación debe hacerse ahora. Nuestra vida diaria determina nuestro destino. Debemos arrepentirnos de nuestros defectos de carácter y vencerlos mediante la gracia de Cristo, y debe formarse un carácter simétrico mientras estamos en este período de prueba, a fin de que seamos idóneos para las mansiones de arriba. {Ibíd., p. 299}

Cuando la voluntad del hombre coopera con la voluntad de Dios, llega a ser omnipotente. Cualquier cosa que debe hacerse por orden suya, puede llevarse a cabo con su fuerza. Todos sus mandatos son habilitaciones. {Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 268}

(En lo posible, lea los dos tomos titulados: Mente, Carácter y Personalidad, por Elena de White.)
Fuente: http://www.formypeople.org/Sp/sp_62_fields_of_color.shtml