domingo, 15 de enero de 2012

Ernie Knoll - En cuanto a los ángeles

12 de diciembre de 2011

por Ernie Knoll

www.formypeople.org



[Le rogamos tomar en cuenta que una parte de este sueño
no es apropiada para los niños.]

En mi sueño, estoy observando a distintas personas mientras llevan a cabo una variedad de actividades, tales como dormir, comer, leer, ver televisión, manejar un auto o caminar por una acera. Entonces veo al mismo ángel del sueño “Los Dos Autos”, el que fue mi guía en otro planeta. Me dice que a cada individuo se le provee un ángel guardián al nacer. Al seguir adelante, me doy cuenta de que cada ángel está completamente enterado de lo que pasa alrededor del individuo que está cuidando. En la mano derecha, cada ángel tiene algo que parece una espada. Algunas espadas emiten una luz brillante; otras parecen cristal. En la mano izquierda, cada ángel tiene algo que parece un escudo de cristal, cuyo interior presenta datos que se desplazan constantemente.

El ángel y yo nos detenemos y él me dice que debo observar más detenidamente y presentar detalles. Me lleva adonde veo a un hombre mirando un programa de deportes en la televisión. Me recuerda lo que enseñó Elena de White en cuanto a los deportes competitivos y las actuaciones teatrales, y que cada uno debe rendir cuentas por el tiempo y energías malgastados. También se nos ha advertido que esas cosas afectan negativamente nuestro camino con Dios.1 Entonces noto al ángel guardián de ese individuo. Varios ángeles oscuros entran al cuarto y tratan de coaccionar al hombre para que reaccione a lo que está mirando de una manera que no glorifica a Dios. Esos ángeles comienzan a pelear físicamente con el ángel guardián del hombre. Me explica el ángel que, a pesar de que no los podemos ver, los ángeles buenos y malos están batallando física y literalmente, porque Satanás y sus ángeles quieren destruir a los que han sido creados a la imagen de Dios.2

Entonces se me lleva adonde veo a un hombre manejando un auto. Ángeles malignos tratan de hacer que pierda la paciencia y se sienta agitado con el tránsito en la carretera. Ahora veo que el chofer toma la mala decisión de gritar y hacer gestos de una manera no cristiana. Otros ángeles malignos pelean con su ángel guardián.

A continuación, veo a un chofer que se descuida y no se concentra en cómo está manejando. Su ángel guardián mira al interior de su escudo, como si estuviera recibiendo instrucciones. Él había estado de pie, con la punta de su espada extendida hacia arriba, listo para defender al chofer, pero ahora él baja la cabeza y la espada. Ya no presta atención al chofer. Al instante, el chofer quedó involucrado en un accidente fatal.

Dice el ángel que parece que hemos olvidado que se nos ha dado un ángel para vigilar y guiarnos. Si dejamos de pedir la protección continua del Padre, no recibiremos la protección que necesitamos. El ángel revela que se está librando una batalla por cada individuo, y que Satanás y sus ángeles tratan de destruir a todos los que puedan.3

A continuación, se me muestra a un hombre que es un gran guerrero en la pelea de Dios. Diariamente, él lucha por traer individuos a Cristo. Cansado de la batalla del día, se acuesta en la cama y rápidamente queda dormido. Su ángel guardián está sirviendo de pie, tal como lo hacen todos los ángeles guardianes. A menos que Dios le indique que deje de servir a un individuo, cada ángel sirve sin cesar. Ahora, el ángel del hombre está de pie con la punta de su espada extendida hacia arriba, listo para defenderlo. Noto que la espada emite algo que parece energía.

El ángel que me ha estado instruyendo, ahora me enfatiza que debo registrar sus palabras fielmente. Me explica que no importa cuán cansado esté un individuo antes de dormirse, cada uno debe pedir que, si es la voluntad de Dios, Él le provea protección. Cada individuo debe dar gracias por la protección recibida durante ese día, y por la oportunidad de descansar y dormir. Cada uno debe pedir que mientras duerma, no se le permita a Satanás ni a sus ángeles causarles mal, darles sueños ni afectar su mente de ninguna manera. Cada individuo debe orar cada día pidiendo protección. No se debe suponer que una oración proveerá protección para toda la vida. El Padre desea un pedido diario.

Entonces, varios ángeles malignos entran en la recámara del hombre y comienzan a pelear con su ángel guardián. Algunos van al hombre y lo sujetan por las piernas y los tobillos. Otros lo sujetan por los hombros y brazos, o comienzan a golpearle el pecho. Uno le rodea la garganta con las manos y comienza a ahogarlo. Ahora, el hombre está bien despierto y sabe que ángeles malignos lo están atacando. Con un solo aliento, pronuncia las palabras, ¡“Jesús, sálvame”! Al instante, muchos ángeles entran al cuarto desde el oriente. Varios atacan a los ángeles malignos que pelean contra el ángel guardián. Rápida y literalmente, otros agarran físicamente a los ángeles malignos por la parte trasera de sus alas y, como si no pesaran nada, los lanzan por el aire hacia el occidente. Oigo el sonido de sus alas batiendo el aire, como si no tuviesen ningún control sobre su rumbo. Dan vueltas y más vueltas. Inmediatamente, el hombre se arrodilla para dar las gracias y pedir protección mientras duerme. El ángel instructor se dirige hacia mí y repite que cada uno debe pedir protección de los ángeles malignos, cuyo único propósito es hacer daño y destruir.

Al oír mi nombre celestial, miro detrás de mí y veo que el Heraldo entra al cuarto. Me dice que hay mucho que debo compartir en cuanto a los ángeles, y me pide que lo acompañe. Inmediatamente, estamos lejos en el espacio sideral. Me dice que se le dijo que debía mostrarme algo de una manera que se pueda comprender. Él explica que lo que veo es la oscuridad del espacio. Rápidamente pasamos muchos de los planetas de nuestro sistema solar que han sido vistos por medio de los telescopios. Entonces, viajamos más lejos, hacia muchos planetas que no conocemos. Me informa que hay algo que debo ver que he visto anteriormente, pero que no ha sido comprendido plenamente. Ahora, el ángel instructor se une a nosotros mientras pasamos rápidamente muchos planetas que revelan las huellas del pecado. Me dicen que a causa del pecado, no hay vida en esos planetas. En un instante, atravesamos algo que parece un velo o una pared que sólo pueden atravesar aquéllos a quienes se les permite. En un pestañear de ojos, pasamos de la oscuridad a un fulgor que no puede ser descrito con palabras. Al seguir más hacia el espacio, todo lo que veo está iluminado con tantos colores. Los planetas están llenos de vida y del gran amor del Creador. Dice el Heraldo que podríamos seguir para siempre, porque no hay fin. Le pregunto si él quiere decir que el universo no tiene fin. Él me contesta que es difícil para nosotros, humanos caídos, comprenderlo, pero que el universo es tan continuo como el Padre celestial, y las creaciones siempre están ampliándose.

Ahora, nos detenemos y todo alrededor de nosotros tiene más fulgor y colores intensísimos. Me doy vuelta para mirar detrás de nosotros, desde donde vinimos. A lo lejos, veo un área grande y negra, la cual sé es una extensión inmensa. Comenzamos a regresar y, al acercarnos, pido que no me lleven de regreso adonde vamos. Les ruego que me dejen permanecer donde está el fulgor, para que no tenga que volver a la oscuridad donde está la tierra. El Heraldo dice que todos deben comprender que Jesús voluntariamente abandonó su trono para entrar en este “pozo” oscuro donde abunda el pecado (Apocalipsis 9:1). Jesús vino para nacer como uno de nosotros, y a morir para reclamar a cada uno que sea fiel, para que pueda vivir donde abunda su luz.

Nos detenemos justo al umbral de la extensión oscura. Satanás y sus ángeles están limitados al otro lado de este velo. Gracias a Jesús, están atados a este pozo y no se les permite viajar libremente más allá del velo. Al traspasar el velo, todo se torna oscuro. El Heraldo explica que aquí es donde existe el mal, hasta que la ciudad santa baje y se asiente en el sitio allanado por el toque del pie de Cristo. Él será coronado Rey de reyes del universo. Desde su trono alto por encima de la ciudad, Él y el Padre harán caer fuego del cielo, y todo lo que esté dentro del velo oscuro será consumido. Se nos ha dicho que serán creados un cielo nuevo y una tierra nueva (Isaías 65:17), y que los justos lo presenciarán. En vez de ser un pozo oscuro, el sitio será el hogar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de los ángeles y de los redimidos.

Hay algunos que tienen la idea errónea que, debido a que Dios es amor, Él no destruirá ni dará muerte. Pero, ¿quién destruyó la tierra con un diluvio mundial? Muchos dicen que Dios permitió que Satanás lo hiciera. Ésas son palabras necias. Está escrito que hasta Satanás temió por su propia vida durante el gran diluvio. ¿Por qué habría de temer, si él hubiera sido el que estaba destruyendo la tierra? Dios destruirá, y Él hará nuevas todas las cosas. La misma mano del Creador destruirá el pecado y los pecadores.4

Entonces, el Heraldo explica lo que pasa cuando alguien muere. Algunos creen que ellos son enviados al cielo, donde pueden observar a los que todavía viven en esta tierra. Otros creen que ellos son enviados al infierno, donde arden para siempre. Debemos saber que los que enseñan eso no enseñan la verdad. La Biblia nos dice que cuando muere un individuo, duerme el sueño de la muerte hasta que Cristo lo resucite (Juan 11:11-14). Los seres humanos no se tornan en espíritus ni en fantasmas que flotan. El espíritu de un individuo es sencillamente el aliento de la vida (Job 27:3; Santiago 2:26). El aliento de los que mueren regresa al Creador, quien se lo dio (Eclesiastés 12:7). Los resucitados serán llamados a la vida eterna o a ser consumidos por el fuego. Los que son consumidos no arderán para siempre (Daniel 12:2).

En cuanto a los ángeles, el Heraldo explica que los que conversan con los espíritus, creyendo que son sus seres amados fallecidos, en realidad están viendo ángeles malignos. Los muertos no saben nada, tal como el individuo que duerme no sabe nada (Eclesiastés 9:5-6). Los que ven fantasmas están viendo ángeles malignos. Los que participan de una sesión de espiritismo, de la lectura de la mano o de la adivinación de la suerte, están tratando con ángeles malignos. Aquéllos que están involucrados directa o indirectamente con los vampiros, los hombres lobos, la magia y la brujería, tal como la serie Harry Potter, la serie Twilight (Crepúsculo) o algo parecido, están profundizándose en el ámbito maligno del ocultismo, y están invitando a los ángeles malignos a entrar en sus vidas y, posteriormente, a ser poseídos por los demonios. Aquéllos que leen o miran cosas del ocultismo para poder advertir a otros, sin darse cuenta ellos mismos pueden llegar a ser poseídos por demonios. Eso les dificulta discernir la diferencia entre el bien y el mal.

El Heraldo también explica que muchos están engañados en cuanto a “los extraterrestres” o “las naves espaciales” que visitan esta tierra. Es cierto, hay extraterrestres que andan por esta tierra, y lo han estado haciendo desde que fueron echados del cielo a este pozo oscuro. Esos extraterrestres no son otra cosa que Satanás y sus ángeles malignos. Esta tierra está en un pozo rodeado de tinieblas. Ni Satanás ni sus ángeles pueden salir de este pozo. Con la excepción de los ángeles celestiales, ningún habitante sin pecado del universo vendría a este pozo oscuro o a esta tierra, porque es el único sitio en el universo donde existe el pecado.5 Las naves espaciales que vuelan en contra de toda lógica, no son otra cosa que las creaciones de los ángeles malignos, quienes son seres de mucha inteligencia.

En cuanto a los ángeles, el Heraldo comparte un mensaje importante para este tiempo. Ya están cayendo los últimos granitos de arena del reloj de arena de esta tierra. Satanás y sus ángeles saben que les queda poco tiempo.6 Están haciendo cosas que jamás se han visto, y seguirán haciéndolas más y más al aproximarse el verdadero fin de esta tierra. Satanás y sus ángeles pondrán sus mayores esfuerzos en tratar de engañar a los que caminan íntimamente con Dios. Me dice el Heraldo que a él se le mandó a decirme que debo compartir un mensaje muy importante que debe usarse como una prueba con los ángeles. La Palabra de Dios dice que Satanás tratará de engañar a los escogidos (Mateo 24:24). El pueblo de Dios debe saber que tiene que estar alerta. Se nos ha mandado a pedir protección cada día y cada noche. No sólo debiéramos pedir protección física, sino espiritual también.7

El Heraldo me dice que debo volver a compartir lo que se me mostró en otro sueño. Me dice que me fije en lo que yo hice para probar a un ángel. Ésta es una prueba muy importante. El Heraldo levanta la mano izquierda y señala a lo que aparece en una pantalla. Desde el punto de vista de un observador, veo el comienzo de mi sueño, “Cuando Jesús lo Mande”.

Cuando miro hacia el cielo claro y azul, noto que pasan varias nubes blancas y hermosas. Estoy orando en silencio cuando noto que el cielo se abre como un pergamino y varios ángeles descienden lentamente. Pongo los libros a un lado, me paro y observo a los ángeles aterrizar.

Recuerdo haber visto algunos de ellos en otros sueños. El ángel que está al frente de los demás es un poco más alto y tiene un aspecto más noble que los demás. Lo reconozco como el Heraldo. Él y los otros ángeles vienen y se paran frente a mí. Me sonríe, pero antes de que él pueda hablar, yo le digo en voz clara, “En el nombre de Cristo Jesús, cuya sangre fue derramada por todos los que crean en Él y reciban vida eterna, te mando que no digas ni una palabra, sino que te apartes de mí y jamás regreses.” El Heraldo habla y dice, “El nombre por el cual mandas que me vaya, es el nombre del que me ha enviado. No puedo irme; porque Él—mi Señor, mi Maestro, Miguel, Aquél cuyo nombre todos deben clamar, Cristo Jesús—nos ha enviado.”

Dice el Heraldo que esta parte del sueño utiliza la instrucción bíblica que todos deben seguir cuando se encuentren con ángeles de cualquier tipo, bien sean buenos o malos. Nótense las palabras más importantes que se pronuncian aquí: “En el nombre de Cristo Jesús, cuya sangre fue derramada por todos los que crean en Él y reciban vida eterna, te mando que no digas ni una palabra, sino que te apartes de mí y jamás regreses.” Como creyente en Cristo Jesús, el factor clave de lo que debe decirse es la proclamación de su nombre y de la sangre que Él vertió. Un ángel enviado del Padre no se irá, porque es por medio de Jesús que ha sido enviado. Es más, las oraciones al Padre celestial deben orarse en el nombre de Jesús.

En cuanto a los ángeles, el Heraldo enfatiza que debemos estar conscientes de que ángeles malignos van a aparecer a los que caminan más íntimamente con el Padre. Los ángeles malignos también van a aparecer a los que caminan más lejos del Padre. Esos ángeles aparecerán como seres brillantes o como apariciones fantasmales. Algunos dirán que vienen del cielo. Pueden aparecer de una manera que cause asombro. Es importante recordar esta instrucción. Lo más importante es: no conversar con esos seres. Debe desatenderse cualquier conversación que ellos deseen entablar. Tal como se enseñó más arriba, dígase claramente en el nombre de Cristo Jesús y por su sangre que ese ser se vaya. En cuanto a los ángeles malignos, a veces puede ser necesario repetir esa orden hasta que se vayan.

Sepan que el Padre celestial tiene el control y la autoridad final sobre todos los ángeles. Si se le aparece un ángel y usted clama el nombre de Jesús, un ángel que Dios no haya enviado se verá obligado a irse. Si fuese necesario, se enviarían muchos ángeles del cielo para sacar físicamente a los ángeles que no debieran estar allí. El nombre hablado de Jesús tiene un poder que no se comprende. Los ángeles tiemblan cuando se menciona su nombre maravilloso. Me dice el Heraldo que ésa es la razón por la cual el nombre suyo no es importante. Es por eso que el nombre que debiera estar en los labios de todos es el santo nombre de Cristo Jesús, quien es el Señor de los señores, el Rey de todos los reyes. Por todo el universo, ése es el nombre más hermoso que se pronuncia. Sin embargo, en sus conversaciones diarias muchos en esta tierra toman ese nombre tan sagrado en vano, como si fuera una palabra común. Por el contrario, los santos ángeles y los seres sin pecado a lo largo del universo reverencian el santísimo nombre de Cristo Jesús. Se me muestra que los ángeles fueron creados para servir. Cuando oramos pidiendo ángeles y el Padre los manda a venir para ayudarnos, ellos vienen de buen gusto, sin poner peros.

También se me muestra que muchos tendrán sueños o visiones, al tanto que otros afirmarán que reciben sueños o visiones. ¿Serán estos últimos los pensamientos del subconsciente, que ellos aseveran son sueños o visiones de Dios? Muchos afirmarán que han recibido impresiones de Dios. Sin embargo, ¿podrán ser esas impresiones simples sentimientos, o el producto de las creencias personales? Para estar seguros de su validez, es importante recordar que todas las instrucciones deben ser comparadas cuidadosamente con la Palabra de Dios en la Biblia y en el Espíritu de Profecía. Eso evitará que se divulgue información falsa. Algunos individuos me han relatado sus sueños e impresiones, y me han dicho lo que se les mandó a hacer. Entonces, yo he recibido sueños de instrucción para esos individuos, diciendo que lo que han dicho no es verdad, sino que sencillamente es el resultado de su propio deseo de recibir sueños e impresiones de Dios. Algunos dicen que sufren de sudores, escalofríos, dolores u otras dolencias por haber pecado, cuando en realidad se deben a algún medicamento o un estilo de vida equivocado. Si un individuo peca, el Espíritu Santo es el que impresiona en cuanto al pecado.

El Heraldo revela que los santos ángeles sirven a los seres humanos con mucho interés, cuidando, llevando registros, luchando, protegiendo y guiando. Algunos sirven de mensajeros. Los ángeles guardianes se apartan de los individuos que contristan al Espíritu Santo, porque ese pecado tan serio no puede ser perdonado jamás. Esos individuos pasan el resto de sus vidas sin un ángel guardián.

En cuanto a los ángeles, se me recuerda que cada año en diciembre, los pensamientos se dirigen al nacimiento de Cristo Jesús, el Salvador. Aunque no se nos ha dicho la fecha, su nacimiento es un evento maravilloso para recordar. La mensajera de Dios, Elena de White, menciona ese evento bendito en estas palabras de invitación para todos:

“Os ruego, mis hermanos y hermanas, que hagáis de la Navidad que se aproxima una bendición para vosotros y para los demás. Los grandes hombres de la tierra no honraron el nacimiento de Jesús. Él era la Majestad del cielo; sin embargo, ese ser real no tuvo un cortejo. Su nacimiento pasó sin ser honrado por los mismos hombres a quienes vino a este mundo para salvar. Pero su venida fue celebrada por las huestes celestiales. Los ángeles de Dios, apareciendo como una estrella, dirigieron a los magos en su búsqueda de Jesús. Llegaron con dádivas y ofrendas costosas de incienso y mirra, para brindar honor al niño rey predicho en las profecías. Con confianza y mucho gozo, siguieron a los mensajeros luminosos. Los ángeles pasaron por alto la escuela de los profetas, los palacios de los reyes, y se aparecieron a los pastores humildes que de noche cuidaban sus rebaños en las llanuras de Belén. Primero apareció un ángel, vestido de la panoplia del cielo; y los pastores quedaron tan sorprendidos y tan asustados, que sólo podían mirar la gloria resplandeciente del visitante celestial con un asombro indecible. El ángel del Señor se les presentó y les dijo, ‘No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.’ Apenas sus ojos se habían acostumbrado a la presencia gloriosa de un ángel, que, ¡he aquí!, toda la llanura se alumbró con la gloria maravillosa de la multitud de ángeles que habitaba las llanuras de Belén. El ángel calmó los temores de los pastores antes de abrir sus ojos para contemplar la multitud de la hueste celestial que alababa a Dios y decía, ¡‘Gloria a Dios en las alturas; y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres’!

“Entonces, los oídos mortales escucharon la melodía del cielo y, al terminar su canto eternamente memorable, el coro angelical regresó al cielo. La luz se disipó, y las sombras de la noche volvieron a caer sobre las colinas y llanuras de Belén; pero en los corazones de los pastores quedó grabado el cuadro más deslumbrante que jamás habían visto ojos mortales, y la bendita promesa y seguridad de la venida del Salvador de los hombres a este mundo, la cual llenó sus corazones de gozo y alegría, se mezcló con fe y un amor maravilloso a Dios. Con confianza sencilla, los pastores se apresuraron a cumplir con la indicación de los mensajeros celestiales, para hallar al regio bebé, no en un palacio, ni si quiera en un mesón común, sino en un establo. Se inclinaron con reverencia ante el niño rey, sin cometer idolatría”. La Revista Adventista, 9 de diciembre de 1884. [Trad.]

De esas palabras podemos notar que los ángeles celestiales pasaron por alto a los reyes, a los gobernantes y otros dignatarios importantes, y fueron a los pastores sencillos y humildes. No mencionaron sus nombres ni quiénes eran, sino sólo por qué estaban allí. Sólo hablaron del único nombre que deseaban mencionar, el nombre maravilloso de Jesús. Hablaron del Salvador de toda la humanidad. Hablaron del Rey que anduvo por las cortes celestiales, pero que ahora había nacido como un hermano para el hombre. El Heraldo me dice que los ángeles están aquí para servir, pero que todos deben estar conscientes de que Satanás y sus ángeles harán todo para engañar aun a los que caminan y trabajan más cerca de Dios.

Ahora, el Heraldo revela cómo el Ministerio Para Mi Pueblo, dirigido por Dios, ha experimentado “las monedas de oro” bajar del cielo. Hace casi dos años, recibí un sueño privado en cuanto a los fondos. Ya se ha cumplido. Se han provisto los fondos para obtener el equipo necesario para viajar y compartir los mensajes que me han sido mostrados. Tenemos que preparar los mensajes que deben presentarse, porque pronto Dios guiará cuándo Becky y yo debemos comenzar a viajar. Se me instruirá cuándo debemos colocar la programación de nuestras presentaciones en el sitio web del Ministerio Para Mi Pueblo. Cuando se nos dé la palabra de salir, debemos salir inmediatamente. Muchos están esperando escuchar los mensajes de Dios.

Se me dijo que unos pocos han recibido sueños de Dios con instrucciones sobre cómo dar al Ministerio Para Mi Pueblo. Aquéllos que han oído la voz de Dios instruyéndoles a dar mucho, han dado mucho para equipar un soldado para la guerra. No se espera que un soldado vaya a la batalla sin el equipo debido. Cada uno debe saber que al comenzar el año nuevo, se cumplirá con gran intensidad lo que está escrito en Joel 2:28 y Hechos 2:17. Muchos recibirán sueños o visiones. Una vez que se lleve a cabo la prueba requerida, quedará clara la fuente de los sueños o visiones. Muchos sencillamente escucharán la voz del Espíritu Santo hablándoles. ¡“A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isaías 8:20. “No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno”. 1 Tesalonicenses 5:19-21.

Al quedar claras las pruebas de los frutos del Ministerio Para Mi Pueblo, a muchos se les pedirá que ayuden a financiar el ministerio. A muchos que reciban sueños o visiones se les dirá cómo deben dar. El Ministerio Para Mi Pueblo tiene muchos soldados listos para luchar. El año nuevo promete muchos cambios grandes y demostraciones grandes de la dirección divina de Dios. Muchos se despertarán con instrucciones de un sueño. A algunos se les pedirá que den de sus fondos. Los jóvenes recibirán instrucciones por medio de visiones. Muchos recibirán instrucciones por medio del Espíritu Santo.

A otros se les pedirá que hagan una declaración audaz en cuanto a la apostasía y el espiritismo actuales. Con datos válidos, otros señalarán cuál es la naturaleza verdadera de muchos en la organización Adventista del Séptimo Día, tales como los que se paran detrás de los púlpitos o los que trabajan en las oficinas de las asociaciones, incluyendo en la Asociación General. Se mostrará que hay dirigentes que son espías enviados por la Iglesia Católica para infiltrar la iglesia escogida de Dios. Se mostrará que ellos son jesuitas colocados para engañar a los Adventistas del Séptimo Día. Se nos ha mostrado que los ángeles malignos vendrán en forma humana.8 Recuerden que la iglesia de Dios no caerá. Sobrevivirá el gran zarandeo que está por suceder. La batalla del cristiano está a la mano. Prepárese cada soldado para luchar contra el enemigo vencido.

Aquéllos que oigan a sus pastores denunciar estos sueños que han sido enviados por Dios, deben pedir que se aclaren y respalden esas denuncias con pruebas de la Biblia y del Espíritu de Profecía que muestren por qué estos sueños no son de Dios. Si los pastores no pueden hacer esto, como iglesia de Dios todos deben proclamar a una voz que los pastores blasfeman en contra de la Palabra de Dios. Los pastores deben humillarse delante del Señor. El Heraldo me mira y dice que hay pruebas en el cielo y está registrado, que yo nunca dije que los sueños que han sido publicados no son de Dios. Los que dicen eso no comprenden la verdad. Para aclarar las cosas, durante la confusión cuando estaban clausurando este ministerio, Becky envió correos electrónicos diciendo que los sueños publicados no eran de Dios. Ella firmó esos correos con mi nombre, y también el de ella. Los que tengan preguntas, vayan a las reuniones del Ministerio Para Mi Pueblo para recibir respuestas. Nadie debe quedar engañado. Pidan aclaraciones, porque Aquél que está sentado sobre el trono pide la verdad. Debido a que soy Ernesto, por mandato del Padre se me exige que sólo diga y comparta la verdad.

Me informa el Heraldo que ángeles de Dios, que no podemos ver, están de pie cuidando, observando y esperando hacer lo que Dios pida. Sin embargo, debemos recordar que no todos los ángeles sirven al Padre celestial. A todos los ángeles que se aparezcan se les debe aplicar la prueba de la Palabra de Dios, y deben ser sometidos al mandato de irse en el nombre y por la sangre de Jesús. El mundo está al borde de cosas que no se han visto. Deben estar preparados para probar todas las apariciones.

Ahora, el Heraldo me manda a preparar este mensaje y compartirlo. Me dice que me dé cuenta que, al comenzar el año nuevo, se llevarán a cabo eventos que probarán hasta el corazón del hombre. El Padre aguarda las oraciones pronunciadas en el nombre de Jesús. Las cosas que ocurran, tienen que pasar. Tiene que terminar este mundo enfermo, lleno de pecado. Constantemente pidan protección. Pronuncien con reverencia el nombre más maravilloso, Cristo Jesús, Señor de señores, Rey de reyes, y el Amor del Amor de los Amores.


    1. Lucas 8:14
      La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.

      Mateo 5:29
      Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

      Filipenses 4:8
      Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

      La Educación Cristiana, p. 373
      Después de la reunión, los alumnos dedicaron el resto del día a diversos juegos y deportes, algunos de los cuales eran frívolos, rudos y grotescos… No tiene fin la senda de las diversiones vanas, y todo paso dado en ella es un paso en la senda por la cual Cristo no ha viajado.

      Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 408
      El mundo está repleto de fábulas y errores. Continuamente aparecen novedades en forma de espectáculos sensacionales con el fin de absorber toda la atención de la mente, así como abundan absurdas teorías destructivas para el avance moral y espiritual.

      Manuscript Releases (Manuscritos), tomo 2, p. 246
      Los que componen esas sociedades, los que profesan amar y reverenciar las cosas sagradas, sin embargo permiten que la mente baje a lo superficial, a lo irreal, a las actuaciones simples, baratas y ficticias, hacen la obra de Satanás tan ciertamente como miran y se unen a esas escenas. [Trad.]

      El Hogar Cristiano, p. 469
      Entre los más peligrosos lugares de placer se cuenta el teatro. En vez de ser una escuela de moralidad y virtud, como se pretende a menudo, es el semillero de la inmoralidad. Estas diversiones fortalecen y confirman los hábitos viciosos y las propensiones pecaminosas. Los cantos viles, los ademanes, las expresiones y actitudes lascivas depravan la imaginación y degradan la moral. Todo joven que asista habitualmente a estos espectáculos, se corromperá en sus principios. No hay en nuestra tierra influencia más poderosa para envenenar la imaginación, destruir las impresiones religiosas, y embotar el gusto por los placeres tranquilos y las sobrias realidades de la vida, que las diversiones teatrales. El amor por estas escenas aumenta con cada asistencia, como el deseo de bebidas embriagantes se fortalece con su consumo. La única conducta segura consiste en huir del teatro, del circo y otros lugares dudosos de diversión.
    2. Apocalipsis 12:7-9
      Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

      Primeros Escritos, p. 145
      [Satanás] Deseó que se le consultase acerca de la formación del hombre, y porque esto no se hizo, se llenó de envidia, celos y odio. Deseó recibir los más altos honores después de Dios, en el cielo.

      Hasta entonces todo el cielo había estado en orden, armonía y perfecta sumisión al gobierno de Dios. Rebelarse contra su orden y voluntad era el mayor pecado. Todo el cielo parecía estar en conmoción. Los ángeles fueron reunidos en compañías, teniendo cada división a su cabeza un ángel superior que la comandaba… Hubo entonces guerra en el cielo. Los ángeles se empeñaron en batalla; Satanás quiso vencer al Hijo de Dios y a aquéllos que se sometían a su voluntad. Pero prevalecieron los ángeles buenos y fieles, y Satanás, con sus secuaces, fue expulsado del cielo.

      1 Pedro 5:8
      Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.

      Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 208
      Satanás está trabajando secretamente, en las tinieblas. Traicioneramente, aparta de la cruz a los seguidores de Cristo y los lleva a la autoindulgencia y a la perdición. Satanás se opone a cualquier cosa que refuerce la causa de Cristo y debilite su poder. Se ha dedicado diligentemente a diseñar planes para socavar la obra de Dios. No descansa siquiera un momento cuando ve que la justicia gana ascendencia. Tiene legiones de ángeles perversos que envía adonde la luz del cielo brilla sobre las personas.
    3. Efesios 6:12
      Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

      Mensajes Selectos, tomo 3, p. 112
      Durante la conferencia de Battle Creek, en junio de 1858, fui llevada en visión. En esa visión se me mostró que en el repentino ataque que sufrí en Jackson, Satanás intentó quitarme la vida, a fin de impedir que escribiera la obra que estaba por empezar [El Conflicto de los Siglos]; pero los ángeles de Dios fueron mandados en mi rescate, para elevarme por encima de los efectos del ataque de Satanás. [Partes traducidas]
    4. Génesis 6:13
      Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

      Historia de los Patriarcas y Profetas, pp. 87-88
      A medida que la violencia de la tempestad aumentaba, árboles, edificios, rocas y tierra eran lanzados en todas direcciones. El terror de los hombres y los animales era indescriptible. Por encima del rugido de la tempestad podían escucharse los lamentos de un pueblo que había despreciado la autoridad de Dios. El mismo Satanás, obligado a permanecer en medio de los revueltos elementos, temió por su propia existencia… Otros, locos de terror, extendían las manos hacia el arca, implorando que les permitieran entrar. Pero sus súplicas fueron vanas. Su conciencia despertó, por fin, y se convencieron de que hay en los cielos un Dios que lo gobierna todo. Le invocaron con fervor, pero los oídos del Creador no escuchaban sus súplicas.

      En aquella terrible hora vieron que la transgresión de la ley de Dios había ocasionado su ruina. Pero, si bien por temor al castigo reconocían su pecado, no sentían verdadero arrepentimiento ni verdadera repugnancia hacia el mal. Habrían vuelto a su desafío contra el cielo, si se les hubiese librado del castigo. Así también cuando los juicios de Dios caigan sobre la tierra antes del diluvio de fuego, los impíos sabrán exactamente en qué consiste su pecado: en haber menospreciado su santa ley. Sin embargo, su arrepentimiento no será más genuino que el de los pecadores del mundo antiguo.
    5. The Review and Herald (La Revista Adventista), 4 de marzo de 1909
      Él [Cristo] dejó las cortes celestiales, donde era adorado por los ángeles, para venir a la tierra y aceptar una vida de pobreza y abnegación, para poder unir a la humanidad al Dios infinito, los seres creados a los habitantes inmaculados de los mundos no caídos. Por el sacrificio de sí mismo, haría a los hombres recipientes de su gracia, y los uniría a la familia del cielo por medio de las cuerdas doradas del amor y la misericordia. [Trad.]
    6. El Deseado de Todas las Gentes, p. 590
      Prevalece la más intensa excitación, y sin embargo el tiempo de gracia está llegando rápidamente a su fin, y cada caso está por ser decidido para la eternidad. Satanás ve que su tiempo es corto. Ha puesto todos sus agentes a trabajar a fin de que los hombres sean engañados, seducidos, ocupados y hechizados hasta que haya terminado el tiempo de gracia, y se haya cerrado para siempre la puerta de la misericordia.
    7. Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 275
      Satanás espera envolver al pueblo remanente de Dios en la ruina general que está por sobrevenir a la tierra. A medida que la venida de Cristo se acerque, será más resuelto y decidido en sus esfuerzos para vencerlo.

      El Cristo Triunfante, p. 261
      El pueblo de Dios debe esperar en estos últimos días que entrará en lo más recio del conflicto, pues dice la palabra profética: “El dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. [Apocalipsis 12:17].
    8. Mensajes Selectos, tomo 3, p. 469
      Los malos ángeles en forma de hombres hablarán en este tiempo con los que conocen la verdad. Tergiversarán y torcerán las declaraciones de los mensajeros de Dios.

Fuente: http://www.formypeople.org/Sp/sp_61_regarding_angels.shtml